martes, mayo 23, 2006

Carta abierta a Mario Markus




Estimadísimo señor Mario Markus:


Es usted mi héroe. Qué quiere que le diga.

No comienzo esta carta ni saludándolo ni presentándome porque comunicarle que es usted mi héroe me parece muchísimo más urgente.


Comencé sabiendo de usted ya no recuerdo de dónde, pero fue leyendo sobre su investigación justo al señor Goles acerca de las cigarras que salían a la luz después de 17 años bajo tierra. Me llamó poderosamente la atención ver la cantidad inmensa de conclusiones que sacaron, cómo lo asociaron a los hongos enemigos que salían cada cierta cantidad de años, siendo siempre esa cantidad un número par, mientras que las cigarras salían en cantidades de años que coincidian con números primos.
Así, cigarras no se topaban con hongos malos.
Me impresionó enterarme cómo, a partir de esa investigación descubriron números primos gigantescos. Pero lejos, lo que más me asombró y me encantó fue su explicación. Usted dijo algo así como "no sirve para nada saber eso, pero ahora lo sabemos y vaya que fue entretenido".

Demonios. Es usted un genio.



Pasó algún tiempo y leí un reportaje que le hacían en la Paula. Pude ver su foto y me pareció un viejito simpático y re-choro. Ahí supe más de sus políticas a la hora de investigar, de experiencias que usted contaba de su propia vida, de otras investigaciones y experimentos y de su afición por la literatura. Y así me enteré que para más encima escribe poesía y guiones de cómics.
Es que ahí sí que me enamoré de usted. Ahí si que se convirtió en mi héroe, en mi ídolo. Si vendiesen pósters con su cara yo tendría pegado uno en la puerta de mi pieza.
Y me paso rollos. Rollos donde usted es mi abuelito y me comenta sus nuevas ideas en los almuerzos del domingo, o cuando le pido consejos, me cuente acerca de sus experiencias con el ayaguasca o de cuando se dió cuenta que la gelatina servía para prevenir no sé qué problema al corazón.
O rollos donde yo soy su ayudante en su pequeña oficina de investigaciones de "ciencia lúdica" como a usted, don Mario le gusta llamarla. Me iría feliz a Alemania para ser su ayudante.

Pero claro, son fantasías, son rollos. Yo soy mala en matemáticas (aunque me encantan), en biología y en las ciencias en general. Supongo que lo mío no va por ahí.


Yo ya a estas alturas he leído todo lo que hay en la internet sobre su persona y quiero terriblemente ser como usted.
Y en medio de la crisis vocacional que me aqueja, me dan unas ganas terribles de estudiar biofísica y convertirme en cultora de la ciencia lúdica; barata, inútil y mostrable a simple vista.

Pero caramba, como no le pego para nada, no me queda nada más que seguir apoyándolo y declrarme su fan número uno.
Y por favor avíseme cuando saque su libro de poesías dedicada a los 114 elementos de la tabla periódica, mire que yo voy a ser la primera en comprarlo.

Atentamente, Nitsher LeFlozz




Llame ya!!! (a lo columnista de LND): Mario Markus no tiene web oficial, pero si quiere saber más de él, tipee su nombre en google y encontrará información del ídolo.